miércoles, 4 de enero de 2012

ÓLEO MASAI...

 "No se cura una herida con la prontitud con la que se causa".
(Jacoponde da Todi)




Masái.


Realizada por mi madre, Encarni Zulueta. 2005.

   Masái hecha en óleo sobre madera. Es un cuadro que le pedí para mi y que me costó sudores convencerla para ello, ya que no es un estílo con el que se siente identificada.
El resultado, como podeis ver, fué muy bueno, tanto a nivel pictórico como a nivel motivacional, ya que disfrutó mucho con él.


Original de Joador.







Al margen izquierdo os muestro el original. El óleo realizado por mi madre, como podeis observar, tiene algunos cambios bastante evidentes . 


Versión al óleo de Encarni Zulueta. 75x60.

COLECCIÓN PRIVADA.



Verla de cerca es increible, su piel parece real, como si fuera terciopelo. Tiene unos tonos y una textura muy bonitos. Me puedo pasar horas y horas mirándola. A continuación pongo un detalle más cercano de la cara, aunque los colores no se aprecien tan bien como en el cuadro.













Los masái o masáis viven en Kenia meridional y Tanzania septentrional, se caracterizan por ser muy altos. Hablan "maa", que es una lengua nilótica oriental, si bien muchos hablan pueden expresarse en suajili e inglés. 







   Viven en asentamientos llamdos MANYATTAS, círculos de chozas hechas de ramas y rodeados por empalizas para encerrar el ganado. Las chozas se construyen con unos ladrillos preparados a base de excrementos de animales, paja y barro, a fin de impermeabilizarlas y endurecerlas.










   Lucen vistosas dilataciones en las orejas de hasta un palmo de longuitud en la parte inferior del pabellón auricular, y del diámetro de una moneda pequeña, en la parte superior, que acostumbran a adornar con maderas y cuentas de colores.





  Lo que impera es la importancia del ganado. Su religión se centra en torno a creencias místicas que conciernen a los masáis, a su ganado y a Dios. Las vacas son sagradas, y por lo tanto, lo son sus tierras y todos los elementos concernientes a su ganado. El ganado provee de todas las necesidades a los masáis: leche, sangre y carne, cuero y pieles para sus ropas.












   Han resistido a los intentos de los gobiernos de Kenia y Tanzania de hacerles adoptar una forma de vida más asentada.











   




No se dejan fotografiar, a no ser que antes pácten con dinero o algo de interés.














   Os sonará la película "La masai blanca" del director Hermine Huntgeburth.
Trata de la historia real de una mujer blanca, que tras un viaje a Kenia conoce a un guerrero masai, enamorándose de él.






Decide dejar a su novio y quedarse en Kenia, viviéndo en el pueblo de la tribu del guerrero masai.
Lo que creia que sería su gran amor, se conviertió en una durísima aventura entre el cielo y el infierno que la llevaría al límite...







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